jueves, 27 de mayo de 2010

posicion del cuerpo

Podríamos empezar diciendo que hablar de una posición corporal para la mariposa tiene poco sentido ya que el cuerpo del nadador está constantemente cambiando de posición durante cada ciclo completo de nado. Sin embargo, se pueden identificar tres posiciones que el cuerpo adopta durante cada ciclo y que juegan un papel importante en la reducción de la resistencia al avance.

El cuerpo del nadador debería estar lo más nivelado posible durante las fases más propulsoras de la brazada. Estas fases son el barrido hacia adentro y el barrido ascendente ya explicadas en la técnica de brazos. Esto se consigue llevando las piernas hacia arriba durante el barrido hacia adentro y procurando que la patada que se realiza durante el barrido ascendente no sea demasiado profunda.

Las caderas deberían desplazarse hacia arriba y hacia adelante a través de la superficie durante el primer batido descendente. Si las caderas sólo suben hacia la superficie, la patada no habrá sido lo suficientemente propulsora ni habrá cumplido la función de colocar el cuerpo en una posición hidrodinámica.

La potencia de la segunda patada no debería ser tan importante que empujara las caderas del nadador sobre la superficie. Esto afectaría al recobro de los brazos. Los movimientos ascendentes y descendentes del cuerpo del nadador no deberían ser exagerados. Una ondulación excesiva incrementa el espacio que los nadadores ocupan en el agua y por consiguiente, la resistencia del agua al movimiento hacia adelante.


Durante mucho tiempo se insistió en la famosa "onda de delfín". Inclusive la metodología se armó sobre la base de la realización de esa famosa onda. Entiendo que la misma no existe. La ondulación es un efecto visual producido por los movimientos verticales de cadera y hombros, más la traslación hacia adelante del cuerpo. El cuerpo no ondula, sino que se desplaza describiendo una trayectoria ondulatoria. Este efecto ondulatorio no se realiza conscientemente, sino que es el resultado de una perfecta coordinación entre los movimientos de brazada y de recobro de los brazos y las fases descendentes de la acción de las piernas (fig. 1).

fig. 1


Igual que no se debe crear un movimiento ondulante del cuerpo, tampoco se debe restringir. Si el cuerpo se mantiene en una posición restringida, es difícil recuperar los brazos, la amplitud de la acción de piernas se reduce y el nadador pierde la ventaja de poder inspirar durante la elevación natural del cuerpo.
La adecuada ondulación tiene lugar cuando:

La cabeza baja sólo por debajo de los brazos en el momento en que las manos entran en el agua.

Las caderas se elevan justo lo necesario para romper la superficie durante el primer batido descendente de las piernas.

Las caderas y las piernas no están colocadas a demasida profundidad al completar el batido descendente en la segunda patada.

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